Cuando mucha gente piensa en Brasil, vienen a la mente imágenes de Carnaval, de playas, gente hermosa bailando samba o los sonidos de Bossa Novas, el clima tropical y los grandes centros turísticos como Copacabana, Ipanema o Salvador Bahía. Nosotros también teníamos esa idea "de comercial" de Brasil. Lo bueno de acercarse poco a poco es que nos ha permitido conocer otros lugares, pequeñitos y sencillos, pero bellísimos y tanto o hasta más representativos de la vida e historia de Brasil.
Tal es el caso de Paraty, un pueblito colonial situado en la llamada "Costa Verde", u corredor con mucha vegetación que corre a lo largo del Estado de Rio de Janeiro.
Recomendado por nuestros amigos, Clayton, Fabi y Nilton en Sao Paulo y una vez que hicimos contacto con dos Couchsurfers que viven allá, tomamos la muy correcta decisión de conocer Paraty. Viajamos de día, pues no hay muchas horas de camino, qué bueno, pues pudimos admirar el paisaje cubierto de muchos tonos de verde, ríos y algunas cascadas intermitentes.
Branko aprovechó para saludar una cabrita |
Es verdad esa fama de belleza natural que tiene Río de Janeiro, pero todo el Estado!
Por lo menos la vista que tuvimos desde el autobús fue muy buena! Alcanzamos a tomar algunas fotos, nada comparadas con lo bonito que fue el viaje, pero por lo menos dan una idea.
Paraty es una ciudad pequeña, tendrá unos 40,000 habitantes, muchos de ellos inmigrantes de otros países o de otras regiones de Brasil, pues mucha gente se ha quedado "atrapada" por su sencillez, tranquilidad y belleza. Su arquitectura colonial es famosa en gran parte de Brasil por el equilibrio de las proporciones, la colorida pero discreta pintura que rodea puertas y ventanas de edificios muy blancos hace que resalten aún más; muy al estilo portugués del siglo XVII. Dice una página turística de Paraty que debido a la prosperidad de su antigua población, exisitió en Paraty un verdadero sentido de valor artístico en los edificios.
Y esa prosperidad se debe al hecho de que a partir de su fundación hasta la apertura de una "nueva ruta", el paso por Paraty era el camino de comunicación que llevó el oro, los diamantes y otros minerales desde Minas Gerais (Estado muy importante por su minería), por la Sierra do Facão a Río de Janeiro y de ahí a Portugal.
Como es una ciudad pequeña, es muy fácil salir al campo con sólo caminar unas cuadras, ya está uno a la orilla del río, viendo caballos libres, aves y los montes verdes bajo un cielo azul, padrísimo.
También hay, a poca distancia, embarcaciones muy pintorescas que lo pueden llevar a uno de paseo por el río, bajar un rato en algún restaurancito y tomarse una cerveza mirando, admirando las bellezas naurales, sintiendo esa brisa tan fresca, oliendo la lluvia que se aproxima, y regresar al pueblo de Paraty con sus iglesias, capillas y muchas historias que contar, de La Historia que les narrábamos hace unos renglones siempre con sus detalles, hasta las numerosas historias de gente que venía por un par de semanas y ya lleva un par de años viviendo aquí. Así ocurre con estos lugares hermosos y sencillos... y creo que así habrían de ser las ciudades, más sencillas, más pequeñas, más "humanas", donde la gente se respete porque se conoce un poco mejor. Y creo que 40,000 habitantes es suficiente para que no se haga realidad eso de "pueblo chico, infierno grande" que por lo demás, creo que depende más de la educación que del tamaño de la población.
En fin, aquí les compartimos algunas fotos para que viajen con nosotros por unos momentos.
Las callecitas....
Los paseos con caballos...
No podía faltar mi restaurante favorito! |
Nosotros en Paraty estuvimos hospedados por una chica Couchsurfer muy linda y amable llamada Gaby, vive en el centro de la ciudad en una casita sencilla, pero perfecta para ella y hasta da para recibir visitas!
Gaby fue muy buena anfitriona! Ella fue a recogernos a la estación de autobuses y junto con un amigo suyo igual de amable nos llevaron a una fiesta con guacamole mexicano! El resto de los días estaban trabajando, pero siempre tiene un momento para decir "hola! Son ustedes bien?"
Su casita está al lado de otra con un jardín bien rústico, con un barquito que estaban reparando y una pequeño perro bastante tímido, pero simpático al que Branko se encargó de alimentar durante todo el tiempo que estuvimos allí.
Ariel en su taller de luminarias |
Pudimos compartir con Ariel, Lucía y muchos momentos de charla (gracias a la lluvia) y nos dieron muy buenas recomendaciones para hacer música (hasta fuimos compañeros de calle! Él vendía las luminarias encendidas al atardecer y yo salía a tocar) y visitar como turistas.
La mudanza trajo consigo un poco más de actividad social, más conversaciones con Ariel, Lucía y Maggs, una rica cena con amistades invitadas, con vinito risas y buena onda!
Aqui con Lucía |
Aunque nos tocó un día parcialmente nublado, pudimos apreciar las bellezas naturales, las contrucciones y descansar un poco las pupilas, los ojos y los pulmones... bueno, la verdad sí me llevé la flauta e intenté tocar en los muchos restaurancitos que hay en la paya y sobre todo en el pueblito en su única calle comercial, pero no por la amenza de lluvia casi no había gente y nosotros habíamos llegado un poco tarde como para lacanzar bañistas. En fin, un poco de música dedicada a Yemanyá, (diosa yoruba del mar) a la madre tierra y a la Fuerza Creadora del Universo.
Acá les acercamos un poco a estas playitas sencillas, que recordaban un poco a Oaxaca la primera vez que fui...
Luego un paseo por el pueblito de Trinidad y las cercanías...
Aquí con Maggs en Trinidad |
Unos hongitos muy brillantes, hasta ganas de probarlos, parecía frutas! |
Que lindas! De regreso a la casa! |
Y de regreso a Paraty, las luminarias que fabrica Ariel, hechas con un tipo de bambú que es muy grueso, liviano, resistente y sobre el cual se hacen incisiones para crearles ventanitas y ventilación, además de adronos en metal, todo un trabajo
Y las mascotas de la casa no podía faltar! |
Paraty conserva sus características propias, con sus estrechas calles pavimentadas con piedras sobre las que se elevan imponentes construcciones, evocando una pasada opulencia. La ciudad de Paraty, en el apogeo de su desarrollo, tuvo una intensa vida cultural y política
Souvenirs,
callejuelas
y monumentos
Algunas últimas escenas de Paraty, que no nos cansábamos de fotografiar; bueno, por o menos cuando vayan, podrán decir; "Tal como lo vi en el Blog ! " he, he
Un centro histórico muy bonito de verdad...
La Plaza principal, centro de la vida social y el plan de restauración y remodelación.
La vida junto al río, en un delta tan vivo dio lugar a este pueblito mágico y a muchos estilos de vida y sueños realizados....
La tranquilidad |
La vida a flor de piel en Paraty |
Nos despedimos con una flor |
Desde el sur que es más de lo que nos imaginábamos,
Arturo y Branko