Después de 3 días en Orán, durmiendo dos noches en la Terminal de buses, finalmente ahorramos lo suficiente para llegar a Jujuy, una ciudad màs turística y con mayores oportunidades de generar algunos ingresos. En estos momentos nos importaba mucho el poder ahorrar para llegar a Tucumán. De Jujuy y en general de las provincias del norte argentino no sabíamos nada. Incluso Tucumán era algo raro para nosotros, sólo porque los chicos que conocimos en casa de Edison en Lima, Perú eran de allá es que pensábamos en hacer esa escala antes de llegar a Buenos Aires. Pero dado nuestro presupuesto limitado tendríamos que hacer más de una escala intermedia.
Ahora estamos contentos de haber paseado y conocido esa zona del Norte de Argentina, pues allá se vive de otra manera, la gente es amable, solícita, presta para ayudar y muy orgullosa de sus tradiciones y su folcklore, eso incluye varios ritmos que no conocíamos como la Chacarera, la zamba (con z, suave y muy diferente de la samba brasileña) el carnavalito (que no es sólo una canción, sino todo un género) y otros más, lejos del tango y la milonga.
Nuestra primer escala fue Jujuy, capital de la Provincia del mismo nombre. ANtes de salir consultamos en internet si algun couchsurfer (CS) de alli nos podría hospedar, pero no tuvimos ninguna respuesta positiva. Así que al llegar a la Terminal de buses, preguntamos por algun hostal barato y nos recomendaron 2 que estaban a unas 5 o 6 calles de allí. Nos hospedamos en la Posada Río de Janeiro (que chistoso, justo ayer (17 de abril) fuimos a ver la película de Disney "Río") un lugar limpio y agradble. El clima en Jujuy estaba muy soleado y para llegar al centro hsay que cruzar un río que viene de las montañas cercanas, muy bonito espectáculo natural.
El Centro tiene una calle peatonal donde están la mayoría de los restaurantes, heladerías, regalerías (tiendas de regalos), jeanerías (donde venden jeans, lógico) y empanaderías (donde venden empanadas, claro) además de conducir de la Iglesia de San Francisco a la Plaza principal. Ya nos habíamos empezado a acostumbrar a los horarios en que sale la gente a almorzar y a cenar, pero fue aún impresionante ver que había familias, que iban a tomar helados a las 0:30 y 1:00 am! Entre semana y con niños pequeños, quizás eran turistas, pero de todos modos me impresionó.
Fui a tocar música en un restaurante-café-billar antiguo y muy tradicional llamado "los Chinos". Alli me dejaron tocar adentro, y los que jugaban billar se entusiasmaron mucho, aunque los que tomaban café -casi todos adultos mayores- no tanto, les gusta platicar y que les pongan atención, como todos! Pero los demás lugares sólo permitían que se tocara música afuera... y en casi toda Argentina sería igual, tocar sí, pero en la vereda (la banqueta, diríamos en México) y aún asi salio suficiente para el hospedaje, comida (aunque no milanesas supremas suizas, ni modo!) y ahorrar un poco. Un par de días de lluvia, pasear un poco, conocer a otros huéspedes del Río de Janeiro (como el sacerdote polaco que no parecía cura, sino artista de tv-turista de incógnito) y ya estábamos casi listos para salira hacia Tucumán, pero varios de nuestros amigos (Hernán, Nico y Juli por ejemplo) nos recomendaron pasar por Salta, coiudad muy colonial y de gran tradición en el norte argentino. Ok, como nos alcanzaba de todos modos para llegar hasta Tucumán, decidimos hacer esa otra escala: Salta.
Y qué bueno fue! Porque a pesar de no haber CS's allí nos pudimos alojar en un hostal muy bonito, cerca del centro (como a 8 calles) muy cerca del Patio de la Empanadas, del paseo de los poetas y del Restaurante ___ (hay una zamba escrita especialmente para ese lugar, que fue el pago de una cuenta tremenda que tenía un músico con el establecimiento y que lo volvió muuuy famoso), asi como las tiendas de música más grandes de la ciudad (aunque fuese sólo para ir a ver, je, je!)
Al llegar a Salta nos abordron una serie de promotores de hostales, cada uno resaltando las virtudes de su lugar (WiFi, cocina con utensilios, pileta!, ambiente relajado o festivo, sala de TV, computadoras, salidas a excursiones, taxi sin costo desde el Terminal, chicas turistas todo el tiempo, etc). Aunque nosotros decidimos buscar alguno por nuestra cuenta. Salimos del Terminal y caminamos junto a un parque muy bonito con un pequeño lago donde pasea parejas en botes de remos (como Chapultepec!) también un teleférico que lleva a un mirador y un boulevard comercial muy transitado.
Ya desde la terminal se empiezan a ver varias construcciones antiguas... pero llegando a la Plaza Central Wow! las construcciones son bastante más monumentales! Con un estilo neoclásico algunas y afrancesado de fines del siglo XIX otras, con muy buen gusto la mayoría. La oficina de Turismo nos regaló mapas de la ciudad nos recomendó otros tantos hostales. Yo veía mucha gente en la calle, la plaza está rodeada de restaurantes y todos estaban llenos! Pero aún teníamos que dejar nuestras cosas en algún lado. Comenzaba a llover y decidimos finalmente ir a unos de los hostales que nos recomendaron tanto uno de los promotores como la chica de turismo (que sabía casi todo de la ciudad, con detalles!) y fue una buena elección, sobretodo porque nos dejaron pagarles la mitad al llegar y la otra mitad antes de las 11:00 pm.
Así que salí en cuanto dejamos las cosas y me cambié de ropa... pero ya casi no había gente en la plaza Mmmmhhhh...! Ahí sí me sentí un poco presionado, pero como sea toqué donde pude: a las dos mesas de un restaurante elegante que después de la llovizna querían cenar afuera para poder fumar tranquilos y que les encantó la Leyenda del Beso y Bésame Mucho, los niños y adolescentes en un restaurat de comida rápida que alaudieron con Bella Ciao, los norteamericanos que gustaron del Summertime y hasta los mayores que después de tocar insistían en que tocara algo argentino ("es que acabo de llegar" les decía yo) y me salía del paso con Carnavalito o el Cóndor Pasa. Como sea, mientras pasaba de un lugar a otro disfrutaba mucho de la vista de los edificios antiguos iluminados y las iglesias, los perros que eran muy amigables, los niños que paraban de llorar al acercarme con una melodía.
Salta tiene además una zona de Restaurantes más alejada del centro llena de Peñas, toqué en un par, pero la mayoría tienen grupos ya contratados y muy buenos! cantan, tocan varios instrumentos, bailan con unas coreografías exactas y complejas. Muy buenos espectáculos, hasta me daban ganas de participar en alguno!
Los que sí me habrán alucnado un poco son los de un restaurante grande de hotdogs (o Panchos, que les llaman acá) porque todas sus mesas están afuera y yo llegué y empecé a tocar sin pedir permiso (ya estaba un poco harto de que varios, incluso con mesas en la vereda, me dijeran que no, que el dueño o la municipalidad no lo permitían. Afortunadamente la respuestas fue muy buena y desde el primero hasta el último día toqué dos veces por noche, sorry! También las señoras que atienden en el Patio de las empanadas fueron amigables y me hicieron un pequeño descuento al comprarles una docena de las famosas empanadas Tucumanas de carne, Mmhhhhh!
En el hostal conocimos un argentino que había hecho el mismo recorrido que nosotros, casi en las mismas fechas, pero fue apenas en Salta que coincidimos; sólo estuvo dos noches y estaba más que ocupado con su novia, muy comprensible, je ,je!
En fin, Salta nos dejó un buen sabor de boca. Sobre todo en la última noche: caminaba yo sobre el paseo de los poetas ya casi para terminar mi ruta de esa noche, un día tranquilo y sin mucha actividad, cuando de pronto, saludo a un señor ya mayor afuera de un restaurante y echo un vistazo al interior, pero no tenía gente. El hombre me preguntó si pensaba tocar allí y le dije que parecía que no había Quorum. Él me preguntó de dónde era yo, de México le respondí, mientras se acercaba otro y el primero le dice "mira, un mexicano!" Toca algo, me insitieron y yo desde hace meses toco siempre que lo piden, aunque sea un poquito para compartir y alegrar un poco, aunque no espere que me paguen por eso, una canción y listo. Toqué, claro Bésame Mucho. Mientras tocaba salió otro más y entre los tres me contaron que ellos son poetas, que se reunen allí seguido y que entre tangos, zambas, Chacareras y milongas escriben y comparten sus poesías. ME invitaron a pasar, una copa de vino, un par de empanadas, cambiaron la música para mostrarme a un flautista alemán o sueco, no recuerdo bien, pero muy bueno eso sí! y me recitaron algunas poesías, me preguntaron de México, si seguía el hervidero de sangre y si se escuchaban tangos en nuestra tierra linda, les respondo con una breve explicación sobre la guerra contra el narco, el fraude electoral y los tipos de música que se escuchan en casi toda latinoamérica, pero que gracias a Juli, Nico y otras amistades mis amigos y yo ya conocíamos a Piazzola y algunos otros autores. Ellos seguían leyéndome sus poesías, una me hizo recordar a mi amigo Miguel, QEPD, una poesía sobre una guitarra favorita, sonora y noble que fue encontrada en la basura, tratada con cariño y convertida en compañera de la vida, con gratitud y con afecto. Las lágrimas asomaron por mis ojos y les agradecí mucho esa noche tan especial. Antes de despedirme me regalaron un poema escrito casi en el momento, Wow! Qué hombres tan especiales aquellos salteños! Desde entonces y para siempre Salta estará en mi corazón.
Al día siguiente salimos pasado el mediodía para probar suerte pidiendo "ride" o "aventón" (haciendo dedo le dice acá) pasamos un par de horas con nuestros letreros que decían Tucumán con una mano pintada por Brankito y tratamos de hablar con los que se detenían en la estación de servicio (gasolinería) pero los empleados no nos dejaron "la empresa no permite este tipo de actividades" me decían los muy... diplomáticos, je, je! Como ya teníamos dinero para toar un bus y viendo el nulo resultado de nuestros intentos, decidimos tomar el bus hacia Tucumán. Allí nos esperaban ya nuevos amigos por conocer, de Couchsurfing y otros más.
Desde el Sur Sur, cada vez con más y mejores recuerdos,
R2
Este es el Blog-bitácora del viaje de Branko Segota y Arturo García (R2D2) por Centro y Sudamérica. Salimos de la Ciudad de México el 20 de Junio, 2010 Esperemos que las publicaciones sean de su Interés y las fotos de su agrado. Si quieren colaborar para que este viaje siga su rumbo, pueden depositar en la cuenta 40129659507 del banco Inbursa a nombre de Branko Segota Fortunat. Clabe interbancaria: 036180401296595074 Recuerden dejar sus comentarios y sugerencias.
viernes, 29 de abril de 2011
lunes, 18 de abril de 2011
Argentina!
Y allí estaba... al fin... Argentina!
Es curioso que escriba sobre nuestra llegada a Argentina ahora que estamos saliendo... somos unos colgados (lentos).
Bueno, como les habiamos contado en la entrega anterior, pasamos a Tarija cerca de la frontera Bolivia-Argentina; conocimos esa ciudad boliviana tan pintoresca, celebramos el cumpleaños de Carlos y charlamos bastante sobre México con varias personas, como mirarse en un espejo... y a cambio gastamos un poco más de lo que habiamos pensado, en hospedaje, en el desvío del camino, en comida (muy buena, eso si) y taxis.
No parecia tan importante el gasto y seguimos hacia la frontera. Salimos de Tarija pasando del mediodía y llegamos a la frontera muy emocionados. Todo bien del lado boliviano, luego caminamos cerca de un kilómetro, pasando por el puente que pasa por el río y que tiene pintada la mitad con los colores de la bandera de Bolivia y la otra mitad con los colores de Argentina. El agente fronterizo del lado argentino nos preguntó cuánto tiempo estaríamos y le dijimos quer varios meses, pues queríamos conocer gran parte del país. Nos dio 3 meses y nosotros preguntamos si podrían ser 6 meses, pero él dijo que ahora el máximo son 3 y que para 6 se necesita un permiso especial si vas a estudiar o a trabajar, asi que nos quedamos en 3.
Tomamos un bus que nos llevó a la "ciudad" más cercana, Aguas Blancas donde pensábamos tomar un bus a Tucumán, donde viven los chicos argentinos que conocimos en Lima, Perú. Ya atardecía y llegamos entre las sombras largas de la tarde a Aguas Blancas, que es más bien un pueblo chiquito. Buscamos dónde cambiar pesos bolivianos a argentinos y descubrimos que en el pueblo no habia banco (menos cajero) ni buses a Tucumán. Solo nos podrían llevar a Orán, la ciudad más cercana desde alli con cajero y terminal de autobuses. Quien nos cambió el dinero fue el cajero de uno de los buses. Ya anochecía y no sabíamos a dónde íbamos a llegar ni con quién, y nuestros pesos bolivianos se hicieron muuuuyy poquitos pesos argentinos. apenas para pagar el bus hasta Orán y un pequeño extra. Mmmmhhh....
Llegamos a Orán ya entrada la noche. Pregunatmos el costo para llegar a Tucumán: más de $270 pesos Argentinos (como $800 mexicanos) cada uno! Ok, tenemos unos 20... nos faltan sólo 250, Ups!
Fuimos al centro a buscar un cajero, un internet y ver lugares para tocar música. . Yo me puse a tocar mientras Branko revisaba su tarjeta para ver is algun alma caritativa nos habia enviado algo. El cajero marcaba poco más de $100 pesos argentinos, pero cobraba una cuota de $16 pesos! Branko decidió ir a otro cajero para ver si la comisión era menor y canceló la operación. Sí, habia uno de menor costo, pero al tratar de sacar el dinero le marcó "saldo insuficiente" Qué! Sí, saldo insuficiente, pues a revisar el saldo: $0 ! (Ceros!) EL cajero anterior se "targó" $100 pesos, Valiendo! Y ya para entonces habíamos gastado unos $30 pesos en almuerzo de empanadas.
Tocando música tampoco hubo muchos resultados, al final salieron como $40 pesos y teníamos que pagar comida, buscar hospedaje y guardar dinero para el bus, ja, ja! Preguntamos precios de Hostales y lo mínimo eran 35 por persona, pero implicaba no cenar... no señor! Decidimos mejor dormir en el Terminal de buses y cenar algo. Ahi fue la primera experiencia positiva en Argentina, no sólo porque los Ñoquis que pedimos en un restaurante barato pero limpio eran hechos a mano, sino que además nos trajeron pan para acompañar y queso parmesano! Parece muy normal, claro, pero luego del tiempo en Ecuador, Perú y Bolivia para nosotros resultó extraordinario! Mmmmhhhh!
El Terminal de Orán es grande y espacioso, como hacía calor no se requería ninguna cobija o manta para pasar la noche. Lo que sí hubiese sido muuuy útil es un gato, una lagartija o algún otro animalito que se comiera todos los insectos que nos rodeaban, caminaban a nuestro lado, volaban a nuestro alrededor y subían por nuestras ropas, Ya chole! Entre los insectos y cuidar las mochilas me salieron unas ojeras tremendas, pero eso no era todo...
Por la mañana salimos a conocer un poco mejor la ciudad, a desayunar algo, un cafecito que acá venden con unos panecitos rectangulares un poco tostados, muy sabrosos pero que al morder el primero se me volvió a caer mi diente. Ufff! Bueno, pues a buscar con qué pegarlo. Una vez hallado un similar de kolaloka y pegado el diente, habia que salir a tocar un rato para la hora del almuerzo, pero resulta que la gente acá tiene como 3 o 4 horas libres entre 1 y 5 pm para almorzar y dormir la siesta, asi que poca gente. Dios mío! Bueno, pero antes del almuerzo hallamos una cafetería donde el muchacho que atendía y su mamá fueron muy amables, nos dejaron guardar las cosas en su local mientras pasaban esas horas eternas, nos hicieron un descuentito en el precio del café con sandwich, nos platicaron un poco sobre las costumbres de la zona (como el Corso, una comparsa artística que circula por las calles cada sábado) y me recomendaron lugares para salir a tocar mùsica. Excelente! Esa noche ya juntamos suficiente para viajar a Jujuy, no Tucumán, pero al parecer Jujuy tenía más actividad y era una ciudad grande con mejores perspectivas económicas.
Pasamos una segunda noche en el Terminal, con sus insectos, sus vagabundos y la gente que esperaba algunos transportes a mitad de la noche. Una chica que atendía una cafetería también nos platicó un poco sobre la vida tranquila en Orán, lo que se escuchaba de México y su guerra contra el narco con los muertos nuestros de cada día, estaba preocupada. Y el chico que atiende las cabinas telefónicas nos dejó hacer una llamada a Visa por el número 800 sin costo ... y de verdad no nos cobró nada a pesar de que la llamada se realizó unas 4 o 5 veces y a final estuvimos 45 minutos dialogando con Visa y con los del banco Inbursa para al final tener un número de reporte y una promesa de que nos depositarían en 24 horas esos 100 pesos mientras se investigaban (ja, ja, el dinero llegó 2 meses después) En fin, al día siguiente salimos hacia Jujuy en busca de una situación un poco mejor, y así fue!
De Jujuy les platicaremos más adelante. Visiten Orán, para descansar si gustan, Pero no se les ocurra dormir en el Terminal a menos que sea absolutamente necesario, je, je!
Abrazos desde la Patagonia,
R2
Es curioso que escriba sobre nuestra llegada a Argentina ahora que estamos saliendo... somos unos colgados (lentos).
Bueno, como les habiamos contado en la entrega anterior, pasamos a Tarija cerca de la frontera Bolivia-Argentina; conocimos esa ciudad boliviana tan pintoresca, celebramos el cumpleaños de Carlos y charlamos bastante sobre México con varias personas, como mirarse en un espejo... y a cambio gastamos un poco más de lo que habiamos pensado, en hospedaje, en el desvío del camino, en comida (muy buena, eso si) y taxis.
No parecia tan importante el gasto y seguimos hacia la frontera. Salimos de Tarija pasando del mediodía y llegamos a la frontera muy emocionados. Todo bien del lado boliviano, luego caminamos cerca de un kilómetro, pasando por el puente que pasa por el río y que tiene pintada la mitad con los colores de la bandera de Bolivia y la otra mitad con los colores de Argentina. El agente fronterizo del lado argentino nos preguntó cuánto tiempo estaríamos y le dijimos quer varios meses, pues queríamos conocer gran parte del país. Nos dio 3 meses y nosotros preguntamos si podrían ser 6 meses, pero él dijo que ahora el máximo son 3 y que para 6 se necesita un permiso especial si vas a estudiar o a trabajar, asi que nos quedamos en 3.
Tomamos un bus que nos llevó a la "ciudad" más cercana, Aguas Blancas donde pensábamos tomar un bus a Tucumán, donde viven los chicos argentinos que conocimos en Lima, Perú. Ya atardecía y llegamos entre las sombras largas de la tarde a Aguas Blancas, que es más bien un pueblo chiquito. Buscamos dónde cambiar pesos bolivianos a argentinos y descubrimos que en el pueblo no habia banco (menos cajero) ni buses a Tucumán. Solo nos podrían llevar a Orán, la ciudad más cercana desde alli con cajero y terminal de autobuses. Quien nos cambió el dinero fue el cajero de uno de los buses. Ya anochecía y no sabíamos a dónde íbamos a llegar ni con quién, y nuestros pesos bolivianos se hicieron muuuuyy poquitos pesos argentinos. apenas para pagar el bus hasta Orán y un pequeño extra. Mmmmhhh....
Llegamos a Orán ya entrada la noche. Pregunatmos el costo para llegar a Tucumán: más de $270 pesos Argentinos (como $800 mexicanos) cada uno! Ok, tenemos unos 20... nos faltan sólo 250, Ups!
Fuimos al centro a buscar un cajero, un internet y ver lugares para tocar música. . Yo me puse a tocar mientras Branko revisaba su tarjeta para ver is algun alma caritativa nos habia enviado algo. El cajero marcaba poco más de $100 pesos argentinos, pero cobraba una cuota de $16 pesos! Branko decidió ir a otro cajero para ver si la comisión era menor y canceló la operación. Sí, habia uno de menor costo, pero al tratar de sacar el dinero le marcó "saldo insuficiente" Qué! Sí, saldo insuficiente, pues a revisar el saldo: $0 ! (Ceros!) EL cajero anterior se "targó" $100 pesos, Valiendo! Y ya para entonces habíamos gastado unos $30 pesos en almuerzo de empanadas.
Tocando música tampoco hubo muchos resultados, al final salieron como $40 pesos y teníamos que pagar comida, buscar hospedaje y guardar dinero para el bus, ja, ja! Preguntamos precios de Hostales y lo mínimo eran 35 por persona, pero implicaba no cenar... no señor! Decidimos mejor dormir en el Terminal de buses y cenar algo. Ahi fue la primera experiencia positiva en Argentina, no sólo porque los Ñoquis que pedimos en un restaurante barato pero limpio eran hechos a mano, sino que además nos trajeron pan para acompañar y queso parmesano! Parece muy normal, claro, pero luego del tiempo en Ecuador, Perú y Bolivia para nosotros resultó extraordinario! Mmmmhhhh!
El Terminal de Orán es grande y espacioso, como hacía calor no se requería ninguna cobija o manta para pasar la noche. Lo que sí hubiese sido muuuy útil es un gato, una lagartija o algún otro animalito que se comiera todos los insectos que nos rodeaban, caminaban a nuestro lado, volaban a nuestro alrededor y subían por nuestras ropas, Ya chole! Entre los insectos y cuidar las mochilas me salieron unas ojeras tremendas, pero eso no era todo...
Por la mañana salimos a conocer un poco mejor la ciudad, a desayunar algo, un cafecito que acá venden con unos panecitos rectangulares un poco tostados, muy sabrosos pero que al morder el primero se me volvió a caer mi diente. Ufff! Bueno, pues a buscar con qué pegarlo. Una vez hallado un similar de kolaloka y pegado el diente, habia que salir a tocar un rato para la hora del almuerzo, pero resulta que la gente acá tiene como 3 o 4 horas libres entre 1 y 5 pm para almorzar y dormir la siesta, asi que poca gente. Dios mío! Bueno, pero antes del almuerzo hallamos una cafetería donde el muchacho que atendía y su mamá fueron muy amables, nos dejaron guardar las cosas en su local mientras pasaban esas horas eternas, nos hicieron un descuentito en el precio del café con sandwich, nos platicaron un poco sobre las costumbres de la zona (como el Corso, una comparsa artística que circula por las calles cada sábado) y me recomendaron lugares para salir a tocar mùsica. Excelente! Esa noche ya juntamos suficiente para viajar a Jujuy, no Tucumán, pero al parecer Jujuy tenía más actividad y era una ciudad grande con mejores perspectivas económicas.
Pasamos una segunda noche en el Terminal, con sus insectos, sus vagabundos y la gente que esperaba algunos transportes a mitad de la noche. Una chica que atendía una cafetería también nos platicó un poco sobre la vida tranquila en Orán, lo que se escuchaba de México y su guerra contra el narco con los muertos nuestros de cada día, estaba preocupada. Y el chico que atiende las cabinas telefónicas nos dejó hacer una llamada a Visa por el número 800 sin costo ... y de verdad no nos cobró nada a pesar de que la llamada se realizó unas 4 o 5 veces y a final estuvimos 45 minutos dialogando con Visa y con los del banco Inbursa para al final tener un número de reporte y una promesa de que nos depositarían en 24 horas esos 100 pesos mientras se investigaban (ja, ja, el dinero llegó 2 meses después) En fin, al día siguiente salimos hacia Jujuy en busca de una situación un poco mejor, y así fue!
De Jujuy les platicaremos más adelante. Visiten Orán, para descansar si gustan, Pero no se les ocurra dormir en el Terminal a menos que sea absolutamente necesario, je, je!
Abrazos desde la Patagonia,
R2
viernes, 8 de abril de 2011
Sueños Cumplidos
El payasito callejero que viaja a Europa y realiza un festival en su tierra natal,
Las chicas que van a Holanda a mirar un cuadro, con sus ahorros de meses,
Los peregrinos que llegan a Santiago de Compostela (y algunos vieron un payasito callejero al salir),
Los musulmanes que llegan a La Meca,
La familia que se queda a vivir a orillas del lago,
La fotógrafa que viajó trabajando en cruceros por el mundo,
La bailarina que monta un espectáculo y luego otro y otro, desde el corazón,
El colectivo que abre un espacio de dignidad y lo mantiene vivo día con día,
La familia desplazada que obtiene por fin una nueva casa,
El chico enamorado que sale al encuentro de su cita,
La abuela que mira la sonrisa de su nieto,
El abuelo que mira a sus hijos y nietos reunidos y contentos,
Los viajeros que cruzaron el continente para visitar a sus amigos, como habían quedado,
Tú y Yo, que con sonrisas nos miramos...
Las chicas que van a Holanda a mirar un cuadro, con sus ahorros de meses,
Los peregrinos que llegan a Santiago de Compostela (y algunos vieron un payasito callejero al salir),
Los musulmanes que llegan a La Meca,
La familia que se queda a vivir a orillas del lago,
La fotógrafa que viajó trabajando en cruceros por el mundo,
La bailarina que monta un espectáculo y luego otro y otro, desde el corazón,
El colectivo que abre un espacio de dignidad y lo mantiene vivo día con día,
La familia desplazada que obtiene por fin una nueva casa,
El chico enamorado que sale al encuentro de su cita,
La abuela que mira la sonrisa de su nieto,
El abuelo que mira a sus hijos y nietos reunidos y contentos,
Los viajeros que cruzaron el continente para visitar a sus amigos, como habían quedado,
Tú y Yo, que con sonrisas nos miramos...
Cumplamos nuestros sueños! |
Suscribirse a:
Entradas (Atom)