Aventura en Sudamérica: Necochea y Bahía Blanca, Llegando al destino de nuestro viaje!!!

Nosotros pensábamos llegar a Necochea en Navidad y a Bahía Blanca en Año Nuevo . Bueno, era 20 de marzo y apenas estábamos llegando a Neco, como le dicen de cariño a Necochea.
Lo bueno es que pudimos llegar justo para el cumpleaños de Juli.

Deben saber que el motivo de este viaje, pasando por Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Bolivia y Argentina fueron nuestros amigos Juli, Sole, Hernán, Nico, Maipa, Marcial y Sol. Varios de ellos llegaron a México viajando por tierra desde Argentina y fueron sus historias de viaje, sus aventuras y anécdotas las que nos narraban las que nos movieron a soñar y realizar esta jornada que cumple en la llegada a Neco y Bahia su primera parte. LO LOGRAMOS!

A Necochea fuimos desde Mar del Plata en bus. Marcial y Sol nos llevaron a la terminal de buses y al atardecer estábamos llegando ya a casa de Delita y ?, los papás de Juli. Ellos nos recibieron muy bien, nos alojaron en el "Quincho" que es una especie de garage donde se reunen a cocinar asados las familias argentinas, tiene su asador especial y mucho espacio, es como una cocina extra al fondo de la casa.

Como llegamos en el final del verano, apenas pudimos disfrutar un poco de Sol, aunque teníamos que salir preparados pues por la tarde soplan unos vientos huracanados del sur tremendos! Necochea tiene mucha actividad turísitca en verano, pero ya en estas fechas no va tanta gente, así que pudimos dedicarnos a conocer los alrededores con Juli y Sole, que estaban allí para celebrar el cunmpleaños de Juli con su familia.

Dimos una vuelta por la playa, vimos lobos marinos, tomamos mates con las chicas y platicamos mucho sobre nuestros recuerdos y sobre Necochea como lugar para vivir. Es muy bonito, aunque los lugares donde contienen los químicos para hacer fertilizantes tienen preocupados a más de uno. Incluso hay quienes relacionan los casos de cáncer en la zona con las filtraciones de esos contenedores en el suelo y el agua de la zona. La verdad es que sí hay mucha gente con este terrible mal en la ciudad. Pero Necochea sigue su vida y la gente que encontramos fue muy amable, hospitalaria y hasta los chinos hablan español!

La mamá de Sole también vive allá, cerca del mar y ella aprovechó ça oportunidad de estar allí para pasar a saludarla. Sole tiene un corazón enorme, es muy linda por dentro y por fuera, le interesa la gente, participa en educación de niños con necesidades especiales y les da talleres de teatro donde participan una veintena de niños en Cañuelas, cerca de Buenos Aires.

Esta casita nos gustó, esta cerca de donde vive la familia de Juli

Luego de la vida turísitca en verano, los días pasan tranquilos en la ciudad. La gente sale poco, son más bien hogareños, claro sobre todo después de varias semanas agitadas con el bullicio de los visitantes. En los días que estuvimos allá se percibía una tranquilidad suave y una vida sencilla entre la gente de Necochea.

Las chicas nos llevaron a conocer los alrededores y tomamos varias fotos de lobos marinos, que van a tomar el sol aprovechando que no hay tanta gente y el clima es bueno en esos días. Los lugareños salen a pescar muy próximos a los lobos marinos, acostumbrados a su presencia. Conviven con una armonía envidiable.

También fuimos a la Escollera (se pronuncia escoshera en argentino, je, je!) que es la barra de piedra que construyen para contener el oleaje en algunos puntos cerca del puerto a donde van los barcos remolcados por unas lanchas medianas, pues sus hélices son muy grandes para funcionar en aguas poco profundas.

El viento sobre la arena toma formas caprichosas. Al fondo, la zona turística

Pasamos una tarde inolvidable! Tomando mates, charlando al lado de un buque encayado hace mucho tiempo yque el mar se ha encargado de ir oxidando y terminará por tragárselo en algún momento. Caminamos por la playa, sentíamos el viento que en ráfagas se tornaba frío y en ocasiones paraba y dejaba que el sol nos calentara, nos reencontrábamos, esta vez en la situación contraria a como nos vimos el las playas de Oaxaca. Ahora éramos nosotros los que estábamos lejos de nuestra tierra y ellas en el lugar de su infancia, de su familia, donde su corazón aprendió a querer y donde nosotros ahora dejamos un pedacito del nuestro.

No muy leos de allí hay un lugar muy interesante, donde un hombre se dió a la tarea de reunir rocas y objetos de distintos tamaños en los que dejó escritas muchas, muchísimas frases de motivación, de conciencia, de reflexión. La mayoría son mensajes muy positivos que hablan de la naturaleza, del respeto y del Amor. Es un hombre mayor, con barba y pareciera un poco loco, pero el mundo necesita con urgencia más como él... yo me apunto, je, je!

Den click en la foto para ver con detalle y hasta se alcanza a leer un poco.

Chau Sole, hasta la próxima!

Después del paseo regresamos a casa del Delita y Marcelo, los papás de Juli y ellos nos contaban cuando se le ocurrió aprender a tocar el saxofón (y el "ruido" tremendo que hacía una y otra vez, ja, ja!) y también nos comentaron que un conocido del papá de Juli iba a viajar esa noche a Bahía Blanca, así que podría llevarnos de "ride" como acompañantes de viaje.

Fue muy bueno ahorrarnos el dinero del bus y charlar durante el trayecto con este hombre que nos platicó entre otras cosas sobre San Luis, una provincia de Argentina donde las acrreteras están todas iluminadas, en buenas condiciones y donde a él le gusta viajar en su camión. Nico fue a recogernos a una estación de servicio (gasolinería) ya tarde por la noche.

Qué gusto ver de nuevo a Nico! Después de dos años y muchas promesas de ir, por fin hemos visto a Juli, Sole, Hernán, Marcial y Nico!

Hasta el barril del chavo se trajo Nico!

Nico vive ahora en Bahía Blanca, su ciudad natal y trabaja con su papá, ha alquilado una casa donde da vuelo a su imaginación en la música, la cocina, las reuniones donde recibe amigos y hasta an las paredes y el jardín brotan detalles que revelan su gusto por tener una casa que pueda llamarse Hogar.

Desde que llegamos vimos que tiene varios instrumentos musicales y yo me sentí como niño que entra en una juguetería! Pasamos varios días con Nico, la primera vez cerca de una semana y la segunda cerca de 10 días. Buena charla, muchas risas, rica comida que casi siempre se encargó él mismo de preparar (salvo cuando había alguna nuevas empanadas que probar en algún lugar fuera, por ejemplo) y bastante música, ya fuese en la radio (la estación del folcklore argentino fue mi favorita esos días) o en vivo, con la guitarra criolla, el bombo legûero, el derbake, el charango, los bongoes, el teclado, los shakers, etc! Un mundo de posibbilidades!

Y claro que vino Juli y también estaba toque y toque la guitarra, ora el piano-teclado, ora el bombo, ora cantando y así fuimoes entre zambas (de las argentinas, con z, no de las brasileñas con s) yamamés, carnavalitos, milongas y tangos. Nos dió mucho gusto ver que Juli y Nico se vieron por causa nuestra, pues por sus ocupaciones no compartían tiempo desde que empezarona vivir ambos en la misma ciudad. Qué bueno es ser motivo de algo tan agradable!

Sólo nos faltó Betito!

La Universidad en Bahía Blanca

Aprovechamos nuestra estancia para seguir haciendo música y afortunadamente fui bien recibido en la mayoría de los restaurantes de la ciudad. Contra las espectativas, varios dueños de locales se saltaban olímpicamente la restricción que impone el tener un permiso especial para tener música en vivo. Bahía Blanca, un lugar con criterio y sentido común! Ahora ya conozco todos los lugares, restaurantes, cafés, boliches y hasta en el comedor estudiantil universitario toqué un par de veces.

La entrada al Parque de la ciudad

Afortunadamente y gracias a la súper hsopitalidad de Nico y Juli, también pudimos pasear, convivir con amistrades de ellos, alos dfamiliares de Nico y con su hermanita ir al cine a ver la última y fianl de Harry Potter. Incluso fuimos a ver en vivo, en el Día de la Memoria, a León Gieco! El autor de ese himno latinoamericano "Sólo le pido a Dios" y muchas otras canciones de diversos géneros y temas, la mayoría hablando desde el corazón hacia una sociedad que entiende con pocas palabras y capta las metáforas.

León gieco en Vivo!

Al final de la primera vez que fuimos a Bahía Blanca, Nico nos llevó en su auto (La Chancha, que le llaman) hasta la ciudad de Neuquén, donde seguiríamos nuestra ruta hacia la Patagonia para conocerla antes de que llegara el invierno del todo.

Nico nos llevó a Neuquén, la siguiente ciudad en la vuelta por la Patagonia que dimos.

La segunda vez que fuimos fue más triste la despedida, pero con mucho más satisfacción de haber llegado a Argentina, de haber visto a nuestros amigos, de conocer los lugares de los que hablan en sus recuerdos, escuchar su acento, conocer sus costumbres y sentir ua nostalgia de lo que no habíamos conocido y que ahora es parte también de nuestras vidas. Otro pedacito de corazón se queda con nuestras amistades y con la gente que les rodea. Hasta la próxima!

Con una zamba en el alma y con una gratitud Enorme a todas las personas que han contribuido de alguna manera con este viaje, este sueño y deseándoles que alcancen los suyos,
R2 y Branko