Au revoir, Venezuela... Bon Jour Colombia (nouveau)

Estamos de regreso en Colombia. Después de Caracas fuimos a una ciudad en la costa que se llama Puerto la Cruz, cerca de la isla Margarita. La playa no estaba muy bonita, pero el malecón estaba lleno con muchos restaurantes, casi todos de comida árabe (falafel, Shawarma, tacos de pastor que acá le llaman y preparan de otra manera) 

Allí la gente que conocimos fueron muy amables, como casi todos los venezolanos, aunque en general son más reservados que los colombianos. Este Puerto la Cruz tiene mucha actividad comercial, llegan buques y hay muchas mercancías y tiendas, pero de tipo popular. Tiene como Todas las ciudades Venezolanas su plaza Bolívar con una estatua del Libertador y aqui habia además un Centro de Atención al Público del ejército, interesante.

Nos costó trabajo encontrar un hospedaje económico que no nos quisiera cobrar por hora (porque hay muchas chicas sexoservidoras también) y al final hallamos un hotel llamado Posada Diana, donde estuvimos 2 noches. Por las noches el malecon se llena de artesanos y visitantes, casi todos nacionales (venezolanos) y los restaurantes generalmente tienen vallenatos, cumbias y salsas a Todo Volumen, lo cual hizo un poco dificil trabajar allá, pero siempre salió dinero suficiente para el hospedaje, la comida y el viaje de regreso.  Padrechivo -una cancion con arreglos árabe/egipcios que toco, herencia de Tocamundos- fue la mas aplaudida, además de la pantera rosa, que es delicia de chicos y grandes, je,je!

Regresamos a Caracas justo a tiempo el 2 de Noviembre para poner la ofrenda de Día de Muertos, especialmente este año para Miguel nuestro amigo guitarrista que murió hace poco, a los 27 años. Se cayo en las escaleras del metro y se golpeó la cabeza...  Pinar tenia un amigo que se suicidó un día antes de que nosotros llegáramos la primera vez a su departamento, así que había motivos para poner una ofrenda. Recuerdo que Tibo mi amigo el francés me dijo antes de separarnos que la próxima ves que cantáramos "Bésame Mucho" diríamos "como si fuera esta noche la Primera vez" como decía Miguel. Ojalá sea pronto esa próxima vez.

En Caracas de vuelta, nos subimos al Teleférico, pero uno gratuito, que da servicio como de metro a comunidades en las zonas de los cerros, en los montes, pues. Es un servicio muy moderno, con tecnología Austriaca. Nos dimos gusto con el pan de dulce y el cafecito que sirven en todas partes (hasta en las panaderías más chiquititas) de máquina de espresso que aqui le llaman marrón cuando lleva un chorrito de leche, mmmhhhh! Desde Costa Rica no comía tanto panecito!  
Caracas es como el mundo al revés: el gobierno es de izquierda radical, la oposición es de derecha y se queja de no tener voz en los medios, hay algunos graffittis  en contra del comunismo, la gente comenta sus opiniones sobre las políticas del estado y se forma en cada puerta del vagón del metro! Vimos que es un exceso querer clasificar a la gente entre chavistas y antichavistas, lo que hay es una población que en general entiende el mundo y comprende las políticas oficiales, pero no duda en señalar los errores o las mejoras que pueden hacerse. Conocimos otros tres turcos en casa de Pinar que tenia la casa llena y fue lindo que nos dejaran la cama a nosotros. Nos despedimos de Pinar, quien esta ahorrando para poner un hostal en la playita y vivir tranquila; esperamos verla en su nuevo lugar al regreso de Argentina! 

De Caracas fuimos a Mérida, que nos recomendaron conocer por tener un clima distinto, ser más colonial, pero al mismo tiempo tener actividad y gente suficiente para ganar un poco de Bolívares. Llegar a Mérida fue como llegar a Omashu (del Avatar), pasamos por un túnel no muy secreto, pero sí muuuy largo. Es una ciudad en los Ándes, cerca de Colombia. 

Algo así como la la suiza de Venezuela, solo que en los picos de las montañas es donde cae nieve. En la ciudad tienen un sistema de trolebús muy nuevo y todavía gratuito, hasta que lo terminen por lo menos. Por no ponernos bien de acuerdo con las personas que nos iban a hospedar, tuvimos que dormir en un hotelito y se nos fue casi todo lo ahorrado. 

Al día siguiente nos movimos a casa de Meline y su esposo Camilo. Ellos son gente súper amables, cada quien con sus actividades, sus puntos de vista sobre el chavismo, muy autónomos y que se quieren, se abrazan y se besan mucho! Se tratan como novios y se bromean, se dan sorpresas, se ríen, en fin, me alegró mucho conocerles. Fueron muy hospitalarios mientras nosotros visitábamos la ciudad, la universidad, los parajes de los alrededores, las plazas y edificios. Por las mañanas se veían decenas de cóndores volando en conjunto y en círculos con los montes verdes de fondo, Wow!. 

Mérida esta atravesada por un río y tiene muchas áreas verdes, cuando llegamos a esta ciudad, compramos en un puesto ambulante de Mercal (Como el CONASUPO de México), café, pasta y jugo de naranja, a precio económico. Son productos que distribuye el gobierno, de buena calidad, sobre todo para la clase pobre. Lo hace a través de tiendas, mercados populares y como en este caso en camiones tienda. 

El gobierno esta impulsando la plantación y procesamiento de cacao, para exportar a Europa y Asia.
Hace falta mucha vivienda, por ello ahora se realizan muchas obras, se nacionalizaron las instalaciones de Cemex y se impulsan obras de construcción con Rusia, Ucrania, Irán y Turquía. De hecho Irán ya entregó 10,000 viviendas. 
Recientemente el gobierno expropió varios conjuntos habitacionales que no han sido terminados, demostrando que las constructoras especulan con el dinero adquirido y cobrando excedentes al contrato, con la promesa de entregar mas rápido las viviendas. Se trata de casos donde el cliente espera hasta 10 años y no le dan su departamento. No se ve tanta pobreza como en otros lugares de latinoamerica, pero hay que tomar en cuenta que es un país que lleva mucho tiempo exportando mas petróleo que México, en un territorio que es la mitad de México, y cuya población es la cuarta parte de México.  


En Mérida fui a la escuela de música de la ULA (Universidad de  Los Andes) y saqué copia de unas partituras de... Música Mexicana!!! y claro, también Alma Llanera y un vals que me gustó. Quedan pendientes los ensayos para comaprtir esta música bella y buscar algo más de los llanos, que me agradó bastante, se perecen a las coplas Jarochas! 

Luego seguimos nuestro caminos rumbo la frontera con Colombia. Nos detuvimos en la ciudad fronteriza de San Cristóbal, que es próspera y con mucha vida social. Nos recomendaron ir a una parte de la ciudad donde están los restaurantes más elegantes y alli trabaje bastante, si sacamos dinero suficiente para llegar luego a Cúcuta, pero nos enteramos que habríamos de pagar BsF60 (60 bolívares) para pasar la frontera. 
Con eso ya nos nos alcanzaba para pagar hospedaje, asi que nos quedamos a dormir en el parque y me pase la noche leyendo periódicos, el libro que me compre en Caracas y tomando cafecito (de termo, ni modo). 
Nos llamó la atención una librería que se llama "Menos face y más book" . Temprano por la mañana salimos hacia Cúcuta.

En Cúcuta nos quedamos 2 noches, es una ciudad moderna, con mucha actividad comercial y tambien suficientes restaurantes como para pagar un hospedaje sencillo, comer (pero el café lo venden de termos... ¡extraño el café marrón Venezolano!) y trasladarnos hacia Bucaramanga, que es la capital del estado de Santander, Colombia. Aquí a Bucaramanga llegamos luego de pasar por muuucho derrumbes en el camino. Eran como las 9:30 pm y cuando llamábamos a Tania, la chica de Couchsurfing que aceptó darnos alojamiento, no contestaba! Otra vez a dormir en un parque? Nooo! Llamamos y llamamos hasta que contestó, Uuuufff! Nos dio la dirección y llegamos con los ultimos $4000 pesos colombianos que nos quedaban.

Tania vive con Humberto y Julio, dos amigos muy sociables y amables. Justo ayer fue cumpleaños de Humberto y le trajeron una torta de cumpleaños (un pastel diríamos en México, pero aqui los pasteles son una especie de empanadas redondas). Hoy, Humberto parecía pensativo y meditabundo. Los cumpleaños (sobre todo si son múltiplos de 10) son momentos de reflexión sobre la vida que uno ha llevado, la que uno esperaba tener, dónde está y qué puede seguir, pero sobre todo qué sueños hay por venir.

Soñando despierto desde la casa de Tania, Julio y Humberto,

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