martes, 29 de marzo de 2011

Sucre, Potosí y los Mmmmhhh...! en la vuelta por Tarija

Nuestro paso por Sucre fue más bien corto, a pesar de que es una ciudad bonita, con su centro històrico bien cuidado y un mercado donde se come bueno, abundante y barato; seguíamos entonces con la premura de llegar a Argentina, (estábamos tan cerca!) que ya no pasamos por Santa Cruz, Oruro ni Uyuni (la de los lagos de sal).

Llegamos muy tempranito a Sucre, pensando que asi nos daria tiempo de checar si algun Couchsurfer nos había respondido y ver precios de hostales con calma. Asi que fuimos a desayunar al mercado (que a partir de ahí fue nuestro lugar favorito para comer como reyes!) y luego a tomar un cafecito en un lugar pequeño donde el dueño me dijo que podría ir por la tarde que hay mucha gente para tocar algo de música... y sí, cuando regresé por la tarde no cabía un alfiler, fue una buena experiencia, es uno de los lgares más dificiles donde he tocado con meseros y clientes que pasan por un lado, adelante, por atrás, se tropiezan, ordenan, piden la cuenta... y aún así escuchan y aplauden, Wow! Normalmente toco unas 3 o 4 melodías, pero creo que toqué 2 extras a pesar de las complicaciones porque la respuesta fue muy buena. Muchas gracias a estas personas y a todas las que saben apreciar el esfuerzo y el trabajo detrás de cada muestra de trabajo artístico y de cualquier otra índole.

Al final nos alojamos en un hostal, sencillito pero bastante decente. Con un patio interior con la buena sombra de un arbolito, mesa y sillas para conversar, muy agradable: sencillo, pero con las plantas un lugar siempre parece mejor, no? Estabamos cerca del mercado y siempre recurrimos e él para nuestras 5 comidas del día, je, je, no sólo 3 pero abundantes, eso si! Había pocos huéspedes y el ambiente  era tranquilo. Por la noche en la caminata de la cena, conocí, entre restaurantes y tiendas, un pequeño café cultural atendido por una chica suiza, amable  y linda que decidió quedarse una temporada en Bolivia y conocer mejor un lugar y a sus habitantes. Eligió un buen sitio para trabajar, le dije.

Nos quedamos un par de noches, en una de las cuales presenciamos un espectáculo de folcklore boliviano muy bueno, gratuito y bastante profesional en el teatro municipal. Fue un folklore distinto al que habíamos visto antes. Claro, en este viaje hemos descubierto las caras poco vistas de nuestros hermanos latinoamericanos, costumbres interesantes, hechos políticos recientes y luchas actuales, culturas antiguas de las que no teníamos idea de que existieran y que en las escuelas no nos enseñan (igual de África y de Asia, nada, pero de los griegos y Europa en general, eso sí) .

Salimos rumbo a Potosí, ciudad famosa por ser, junto a la ciudad de Lhaassa en el Tibet, la más alta del mundo y por el enorme cerro que ha sido muy, pero muy explotado con la mina de plata mas grande del mundo, con los problemas que eso ocasiona: esclavitud, grandes derrumbes y accidentes, rebeliones aplastadas, etc. Antes de la independencia las vetas empezaron a agotarse y Potosí empezó a decaer vertiginosamente.  Lo que salvó a Potosí de convertirse en un pueblo fantasma fue la producción de estaño. Pero a principios del siglo XX, la sobre-producción hizo que los precios internacionales cayeran, por lo que Potosí volvió a hundirse en la pobreza.
Hoy en día se ven aun máquinas trabajando en las faldas del cerro, tremendos huecos y una población que va y viene, muchos van a Argentina a buscar oportunidades, como en México y Centroamérica hay quienes van a Estados Unidos en busca de un futuro mejor. Hermanos en las penas, hermanos al fin.

Salimos con la vista del Potosí a nuestras espaldas, rumbo a Tarija, nuestra última escala en Bolivia. Decidimos ir a Tarija, pues estaba de paso antes de cruzar hacia Argentina y queríamos conocer un poco más de Bolivia, pues probablemente no regresemos de este lado en nuestra vuelta a México. Además, un chico de Couch Surfing nos dijo que podríamos quedarnos un par de días en su casa. Perfecto, así ahorramos un poco y yo tendría oportunidad de resolver algunas dudas sobre Bolivia. Pero no sabíamos lo que vendría...

Tarija es una ciudad pequeña, muy pintoresca, la gente empieza a hablar ya con un acento argentino, muchos visitantes de argentina han dejado una huella tan palpable como en la mayoría de las ciudades fronterizas, una mezcla de colores, acentos, costumbres y comidas que resulta de verdad interesante y muy rico en variedad. Nuevas cosas pueden salir de estos lugares. Tarija en particular, tiene una vida tranquila. Llegamos antes del amanecer y esperamos a que amaneciera para llamarle a Javier, nuestro anfitrión.

Mientras esperábamos en la terminal de buses, conversamos con un par de muchachos que esperaban a sus novias que también vendrían en bus. Nuevamente la idea de que México está incendiado y que estamos a los pies de Estados Unidos, una cosa que lleva a la otra. Digo nuevamente porque en este recorrido hemos encontrado personas de todo tipo (unas más cultas e informadas, otras menos lectoras pero igualmente preocupadas por lo humano) que entre su poco o mucho conocimiento de lo que pasa en México, las noticias y los conocidos que regresan de nuestro querido país se han enterado de la guerra que se vive día a día, los muertos que han costado y la gente que huye de la pobreza y de la violencia día con día. Estos dos bolivianos no eran la excepción y nos preguntaban con curiosidad si de verdad está tan grave la situación. Nosotros les aclaramos los matices regionales que hay y tratamos de mejorar un poco la imagen de nuestro México lindo, pero conforme avanza la conversación y narramos las circunstancias del campo, los tratados internacionales, la experiencia de los ultimos 3 o 4 presidentes y la historia anterior en perspectiva, resulta imposible pensar que se viva en paz y tranquilidad.

También charlamos sobre los cambios en Bolivia y otros temas más cotidianos, los vinos de la región que Debemos probar, el estilo de vida, los horarios que tienen en su día a día (digo, para saber a qué hora salir a tocar) cuando un par de señoras muy borrachitas se nos acercan y se unen a la conversación. Muy simpáticas y seguras de si mismas, nos hicieron muy corta la espera. Luego que se fueron las señoras, nosotros decidimos ir al centro y ver la plaza principal con las primeras luces de la mañana. Pequeñita, pero muy linda la plaza.

Al cabo de un rato le llamamos a Javier y nos pide que le llamemos después de mediodía. Ok, pues a desayunar. Encontramos el mercado que recién abría, desayunamos generosamente como en toda Bolivia (este país me gusta!) y luego tomamos un cafecito, buscamos un internet, y de regreso a la plaza. Al mediodía le llamamos a Javier y éste nos dijo que la noche anterior habían llegado de sorpresa varios familiares y se hospedarían en su casa... mmmhhh.... pero que llamáramos más tarde y quizás pueda ayudarnos. Mientras pues seguir en la plaza con las mochilas. A la hora del almuerzo salgo a tocar pero casi no hay gente en la calle (y a partir de aquí y luego en toda Argentina, la hora del almuerzo  y la siesta las ciudades se vacían, todos van a casa y regresan a trabajar hasta la noche) y luego nos vamos a comer nosotros, volvemos a llamarle a Javier y él no contesta. Volvemos a insistir y nada. Mientras tomamos fotos de flores, muy relajante.

 Cae la noche y Javier atiende el teléfono para decirnos que hoy no nos podrá hospedar. Su mamá está saturada con tanta gente y no quiere aceptar más personas. Mmmhhhh...! Bueno, pues a buscar hostal y en nuestra búsqueda vemos que los precios son el doble de lo que habíamos pagado en Sucre y en La Paz. Mmmmhhhh...!!! Finalmente encontramos un hostal del que pocos sabían y que resultó ser bastante bueno. Por la tarde antes de salir a tocar en la cena dimos una vuelta por las dos plazas del centro de la ciudad y en una de ellas un chico se acercó y nos preguntó ""Ustedes son Arturo y Branko, no?"  Órale!

No era Javier, pues habíamos visto su foto en CS, pero sí era otro Couchsurfer, Juan Carlos al que también habíamos enviado un mensaje y que nos había dico que no nos podía recibir. Pero nos reconoció en la plaza y nos invitó a desayunar al día siguiente. Que bien! Algo para no sentirnos mal y para ver que Dios aprieta, pero no ahorca, je, je! Fue un rico desayuno de huevos, cafecito con leche, mate de coca y mucho pan de dulce. Mmmhhh! Resultó además que era el cumpleaños de Juan Carlos y festejamos charlando sobre los zapatistas y los movimientos sociales en muchos lugares de América, temas de interés mutuo y una de las pasiones de Juan Carlos, no se crean que así festejamos todos los cumpleaños, eh?

Tarija nos gustó como un lugar para pasear y conocer el sur de Bolivia, pero sí nos provocó algunos gastos inesperados. A pesar de todo decidimos continuar y salir al día siguiente rumbo Argentina. PArtimos temprano y un bus nos dejó del lado boliviano de la frontera, cruzamos caminando y pudimos tomar algunas fotos del puente, con el corazón en la mano y la expectativa de estar a las puertas de nuestro destino en esta Aventura en Sudamérica.

Argentina también sabría mostrarnos sus Mmmmhhh...! y sus Mmmmhhhh!
Desde el Sur,
R2

domingo, 20 de marzo de 2011

Viva La Paz!

Era de noche y llovía. Nosotros habíamos viajado ya varias horas cruzando el Lago Titicaca y subido por las montañas que forman el altiplano para llegar a la Ciudad de Nuestra Señora de La Paz, sede del Gobierno central de Bolivia (aunque el título oficial de capital le corresponde a Sucre) situada a 3640 metros sobre el nivel del mar, de modo que hacía además algo de frío y una vez más no sabíamos dónde nos habríamos de quedar a dormir esa y las siguientes noches.Ahora que escribo esto reflexiono sobre nuestra premura, afán, prisa por avanzar -luego de haber pasado Navidad en Guayaquil, el Año Nuevo en Perú y nuestro aniversario como pareja numero 15 en Cusco- aunque no tuviésemos más preparativos para el viaje que haber hecho nuestras mochilas... quizás podríamos haber esperado alguna confirmación en Couchsurfing o preguntado mejores de referencias de hostales para quedarnos o quizás podíamos haber ahorrado un poco más y no viajar sólo con lo indispensable para llegar al siguiente punto, una noche de hostal  y un desayuno, ahorrada también la hora y media que pasamos caminando, preguntando y discutiendo sobre nuestras opciones (o la falta de ellas, je,je) hasta que al fin, fuimos "rescatados" por un par de artesanos que nos vieron caminando de noche con una tremenda cara (imagino) de perdidos.
Unos turistas cerca de nuestro hostal, comprando coca
Un Peruano, su novia boliviana y un amigo suyo (boliviano también) nos recomendaron el hostal donde ellos estaban hospedados. Uno que es de una gran ciudad normalmente desconfía un poco de invitaciones así, pero ellos no llegaron a ofrecernos lugar, su conversación era más sobre lo que ellos hacían que preguntarnos a nosotros y no se desafanaron (no se fueron) cuando les dimos a entender que teníamos apenas lo suficiente para el hostal al cual llegamos después de un rato de caminar, todavía en la zona del centro, pero no había habitaciones ni dormitorios disponibles. Afortunadamente había varios hostales en esa misma calle con precios económicos, así que nos quedamos en uno vecino. Me hubiese gustado verles de nuevo, pero cuando los fuimos a buscar por la mañana no estaban y ya no coincidimos de nuevo. Gracias dondequiera que estén!

 El hostal está digamos "atrás" de la Iglesia de San Francisco, aun en la zona del centro. Pasamos ahí tres noches y las otras tres siguientes en casa de Thomas, de él les contaré en unos momentos. Pero antes les diré que todo alrededor de San Francisco es una verbena: puestos ambulantes, decenas de vendedores a pie, una calle llena de peluquerías, barberías y estéticas unisex, otra con locutorios e internet y cabinas telefónicas, tiendas de dulces, la esquina donde venden los panes, al lado de la calle donde venden electrónicos, frente a una calzada en reparación con excavaciones y alambrado, etc, etc. Muy bonito si toma uno una foto en sepia, un caos si estás en medio con cara de turista, je, je!

La ciudad de La Paz debe su nombre a la restauración de la paz después de la guerra civil por la insurrección de Gonzalo Pizarro hacia el primer virrey del Perú.Pero no ha sido un lugar de mucha Paz, por ejemplo ahora se encuentran las sedes de los poderes Ejecutivo y Legislativo de Bolivia, asi como embajadas y consulados de distintos paises, lo cual trae consigo varias complicaciones, como la marcha en favor de la hoja de coca que vimos desde el departamento de Thomas y a la que bajamos a solidarizarnos. Cientos de personas en contra de que Estados Unidos promoviera en la ONU que el consumo de la hoja se considere como ilegal, en aras de combatir el narcotráfico.


Ya hasta hay una marca nueva de refresco de Coca! "Brynco"
 En fin, siendo La Paz sede de goberno, gran urbe y polo diplomático, artístico e industrial, pues no es de esperarse que sea taaan pacífica su vida como ciudad.

También fuimos testigos del informe de gobierno que Evo Morales dio como mandatario del ahora Estado Plurinacional de Bolivia, rodeado de cientos de manifestantes indígenas en apoyo a su gestión. El apoyo que Evo tiene de parte de los sectores populares en Bolivia es aún muy palpable. La administradora del hostal donde estábamos hospedados nos dijo el Domingo "Y ustedes ¡no van a ver al Evo?, ¡Va a estar en la Plaza en unos minutos!" Nos decía contenta. Yo me imaginaba un aparto de seguridad fuerte, pero en su lugar encontramos una muchedumbre que aplaudía y estaba atenta a los datos que el mandatario daba sobre desarrollo, empleo, educación, tecnología, salud, etc. Me gustó el hecho de que reconociera que aun están en los últimos lugares del continente, pero también señaló que en comparación con años anteriores, el avance era considerable. Aún falta para que esto pase de "considerable" a "notorio", espero que no falte tanto... 
Y en medio de ese caos, recibimos un mensaje de un Couchsurfer llamado Thomas, que nos daba como respuesta para nuestra solicitud de couch un "Quizás"... ¡Cómo que quizás? Pero si nos urge! Ok, a cultivar la paciencia. Le llamamos y nos invitó primero a conocernos, a tomar un trago y conocer a sus roomates. Fue una noche de lo más agrdable, Thomas es muy simpático, se ríe con facilidad y tiene buen humor.

En el departamento viven Tom, Vynka (tia de de Tom) y Vanessa, muy lindas ambas y con su carácter e ideas autónomas. Vynka, es toda un Mujer independiente, bella, activa, muy realizada y siempre en busca de un nuevo reto en su vida, mientras se la pasa bien y trabaja con mucha responsabilidad; es como una neoyorkina en Bolivia, por lo tanto un  poco incomprendida, pero satisfecha consigo misma, lo suficiente para que no le importe el que dirán y aun un poco exigente como para seguirse superando,  bailando y amando. Vane me sorprendió mucho, pues yo sólo la veia salir y llegar, volver a salir, aguantar los apuros de los demás para salir a bailar, tardarse horas bañándose, salir hecha una reina y sonreir con facilidad. Pero una tarde-noche, nos dio una clase extensa de política boliviana, su propio punto de vista, basado en su participación en varios movimientos sociales, entre  proyectos y oficinas donde pudo ser testigo de corruptelas, desvíos, dobles caras y desfachateces de algunos agentes de gobierno y otros particulares. Al parecer, esta administración tiene mucho que cambiar de fondo, en la gente, en su equipo de trabajo si quiere lograr la simpatía de la clase media y una realidad mejor para la gente más pobre. "por lo pronto" dice Vane "algo que sí le reconozco (a Evo Morales) es que la gente ahora está más orgullosa de sentirse indígena, porque antes  era como una vergüenza o una sensación de inferioridad. Ahora estamos al tú por tú y la gente te mira con mucha dignidad" Cierto, digo yo.

Salimos de la Paz rumbo a Sucre, otra Ciudad Colonial! Yupi!

domingo, 13 de marzo de 2011

Puno, a orillas del Lago Titicaca


El bus desde Cusco nos dejó en Puno al despuntar la noche, la terminal de buses está como en otras ciudades, en una zona comercial  con su respectiva carga de caos y bullicio, pero también con una sensación de "realidad", de la vida cotidiana, una vista del tipo de gente, del trato que tienen entre sí hombres y mujeres en iguales condiciones (ambas precarias) y cómo se las ingenias unas y otros para subsistir, ofrecer, crear y vivir en un contexto adverso, pero que alcanza para un mínimo de dignidad. Den gracias los gobiernos de America latina que la gente puede aún comer y que incluso encuentra motivos para sonreír en medio del lodo, el plástico que rodea nuestras vidas y el humo de los motores.
De haber sabido, tomamos un moto-taxi!

Caminamos cerca de 12 calles hacia el centro ("sí, está como a tres cuadras" nos decían unos,  "faltan como 4 calles" aseguraban otros) que tiene una placita con jardines y hacia el sur se extiende una avenida peatonal con los bares, cafes, restaurantes, bancos, tiendas, etc. 3 calles llenas de actividad en medio de la noche.


Entramos a un internet a dejar un "Saludo desde Puno, a orillas del Lago Titicaca" en facebook y a ver si había alguna respuesta en Couchsurfing.... y nada. Decidimos pasar la noche en un hostal, buscamos alguno barato y encontramos un par que eran baratos, pero se veían muy descuidados... o será que el primero que vimos era un poco más caro, no tanto, y los demás se veían muy mal en comparación. No sé, pero decidimos quedarnos en el primero, un hotel que además esta administrado por una señora indígena y sus hijas. Gran habitacion con 5 camas, aunque la señora dijo que no habría nadie más aunque llegara más gente. Gracias!

Fue en Puno donde me compré un sweater gris oscuro de pelo de llama. Se lo compré a una señora muy amable y risueña, llamada Susana (como mi hermanita! ¿Será que todas las Susanas son tan encantadoras?), la segunda noche que nos quedamos en  Puno con las propinas que llevaba hasta ese momento. Por la mañana salimos a conocer y desayunar, Huy! venden unos desayunos-almuerzos requetebuenos! Incluyen una sopa espesa, arroz (siempre te servirán arroz, comas lo que comas) y algún guiso. El almuerzo esta mejor todavia! Carne deshebrada o pollo en guiso, albóndigas! En fin, paseamos un poco junto al lago, tratamos de llegar justo a la orilla, pero ese lado está rodeado de una zona pantanosa, sólo Branko fue suficientemente atrevido para acercarse bien, bordeando una pequeña construcción de piedra, malla de metal y algo de madera... Casi se cae! pero tuvo buen equilibrio y hasta sacó un par de fotos.



Este, el segundo día, salimos temprano para ver si había alguna respuesta en CS... y nada; pero como soy un hombre de acción y en uno de los perfiles venían datos suficientes para localizar a uno de los CS llamado Juan Carlos, pues que pongo a buscar el internet donde trabajaba y claro que lo encontré, nos saludamos y él me dijo que sí había visto el mensaje, pero no había podido responder, aunque sí podíamos quedarnos una o dos noches... Perfecto! Estamos muy agradecidos con Juan Carlos por su hospitalidad y porque gracias a eso pudimos ahorrar para el transporte hacia La Paz y comprarme un sweater peruano, tratando así de ayudar también en la economía local de mujeres decididas y risueñas. Gracias!

Pasaron esos tres días de trabajo y exploración y quedamos listos para tomar nuevamente nuestras mochilas y dirigirnos rumbo a La Paz, Bolivia. Tomamos un bus que nos llevó rodeando gran parte del Lago y que nos dio vistas espectaculares, pasamos la frontera con decenas de turistas mayoritariamente argentinos y europeos, luego tomamos al atardecer otro bus que desde Copacabana siguió por la orilla, un barquito que nos llevo a todos los pasajeros por un lado mientras el bus iba en otro barco y luego de reunirnos con él (o mejor dicho, en él) seguimos hasta llegar cerca de las 10:00 pm a la Ciudad de La Paz.

La Paz sea con todos ustedes también,
R2