La Primera

En fin, en córdoba fuimos alojados por Juan Manuel, su novia Rocío, Felipe y Pablo, estudiantes de artes en la Universidad. Su casa es un mosaico de colores, de gente, de temas para conversar, un lugar de verdad interesante y cálido. Fue tan agradable estar allí que regresamos a los 3 meses!
Córdoba es una bella ciudad, ha restaurado e iluminado muchos edificios coloniales que le dan un aire muy especial,, es un gusto visitar la Catedral, con su notable combinación de elementos del barroco y del neoclasicismo, el valor artístico de las iglesias, el colonial estilo del Cabildo, son sólo algunos de los edificios en los que puede vivirse el rico pasado que dio nacimiento a la ciudad. A ello se suman los monumentos y paseos heredados de los siglos XIX y XX, como el Teatro Rivera Indarte, el Palacio Ferreira, los museos de bellas artes, el Parque Sarmiento, la Plaza San Martín y el Paseo Sobremonte, entre los más notorios, además del Paseo de Buen Pastor, que tiene una buena combinación de lo moderno y lo colonial con su fuentes danzantes.


Así que Córdoba la primera vez fue encantadora para la vista, aleccionadora (sobre todo eso de los comechingones) y cálida aún con la lluvias que por un par de días hicieron que renegara hasta de la decisión de haber salido de México. La calidad de la gente hizo maravillas una vez más. Muchas gracias!
La Segunda Vez
Se las cuento de una vez porque ya me retrasé mucho y así les pongo un poco más al día con hechos más frescos en la memoria.
Veníamos esta vez de San Luis, un lugar que nos llenó de sorpresas, experiencias y anécdotas. San Luis, tan chiquito que se veía! En fin, luego de San Luis y camino de vuelta hacia Bahía Blanca a ver a nuestros amigos (Juli, Nico, Sole, Hernán, Marcial y Sol) decidimos pasar a visitar a Álvaro Farias, un cordobés ReCordobés que conocimos en Quito, Ecuador, en casa de Diana y que cuando estuvimos en Santiago, Chile (entre la primera y la segunda vez que pasamos por Córdoba (espero no se enreden (sobre todo con tantos paréntesis))) nos dejó dicho que le visitáramos. Así que aquí vamos, rumbo Alta Gracia, que es una ciudad mediana a unos 30 minutos de Córdoba capital de la provincia.
En el siglo XVII la ciudad de Alta Gracia funcionó como un gran establecimiento agrícola-ganadero administrado por la orden de los jesuitas. Aún se nota esa atmósfera de las ciudades coloniales, muy de Córdoba.
Luego de Alta Gracia pasamos dos días de vuelta en casa de Juan Manuel, Rocío, Felipe y Pablo. No nos íbamos a ir sin despedirnos. Estuvimos charlando un buen rato (Branko y Felipe sobre todo, versando acerca del mundo, la fuerza creadora y creativa, las actualidades globales y otros temas en los que yo hacía mis acostumbradas "notas al margen". Paseamos por lugares donde nos habíamos estado, conocí y exploré una zona que llaman Alta Córdoba y sólo un restaurante me salvó (al contratarme para una fiesta) de la total desilusión.
Regresar en invierno resultaba un poco complicado, pues en verano la mayoría de la gente está en la calle y los restaurantes tienen muchas mesas afuera, así que incluso Conviene tocar en la vereda. Pero en invierno cuando todos están dentro con la calefacción, no es tan sencillo. Afortunadamente venía con una actitud más Asertiva (luego del episodio de los Comechingones anterior) y eso ayudó, como siempre a abrir puertas.
Si me dejaran tocar en todos los lugares en que pregunto, viajaríamos en avión! Pero si aceptara todos los No que me dan por respuesta primera, no habríamos salidos de México!
Al final ahorramos algo y ahora incluso estoy pensando en comprarme un MP4 sencillito donde grabarme a mis mismo en la percusión y hacerme una especie de pista para tocar más completo, más profesional, mejor presentado, en fin, ya saben. Si quieren ayudar, ahí está la cuenta de Branko, que es un gran administrador.

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