Hoy me fui a cortar el cabello, declaré desde ayer que me daría unas vacaciones y desde ayer en la noche fui a tomar una cervecita, conoci un español amable llamado Marcos, a sus amigas y estuvimos charlando un buen rato. Hoy fui con Brankito a tomar fotos al centro (prometido, en Managua las subimos) y a visitar anuestros amigos artesanos a la plaza central.
Luego me fui a cortar el cabello. Y la chica que me atendió en su casa habilitada para vender ropa y tener una estética entre familiares y niños me preguntaba "¿No le parece éste un país triste?" ¡Que fuerte! pensé yo, que alguien de aquí mismo me diga algo así. Me parece bien, pues, que haya sentido de autocrítica, pero el término "triste" me dió un apretoncito en el corazón. Ella ha viajado a Costa Rica y su punto de comparación es evidente. Claro que sabe sobre el bloqueo que Estados Unidos le impuso a Nicaragua, sabe de las guerras y las dificultades, pero aún así - o quizás por eso- hoy sus labios se abrieron para decirme algo que yo interpreto como "Estoy cansada" por lo menos. Y digo hoy, porque hasta donde yo he visto, la gente acá saca la buena cara al mal día, opinan, buscan soluciones, hacen bromas e imaginan Mucho.
Yo confío que como buena familia latinoamericana se apoyen mutuamente y pronto venga alguna fiesta que la distraiga un poco, una buena noticia que le alegre o un plan que le convenza, mientras van pensando cómo hacerle para darle a los niños una Nicaragua Nicaragüita más linda, soberana, próspera y sobre todo, menos triste.
Compartiendo este corazoncito apretado,
Artu
No puedo negar que tienes una muy buena redaccion. Felicidades!
ResponderEliminar